Manejo del ganado en épocas de lluvia: estrategias para minimizar el impacto climático

El impacto de la lluvia en la producción de carne
Las explotaciones de vacuno de carne, especialmente en sistemas extensivos y semi-intensivos, están expuestas a las variaciones climáticas, y las lluvias pueden generar problemas como:
- Formación de barro y charcos, afectando la movilidad y aumentando el riesgo de enfermedades podales.
- Mayor proliferación de patógenos, que favorecen enfermedades respiratorias y digestivas.
- Disminución de la calidad del forraje, reduciendo la ingesta de materia seca y afectando el rendimiento del ganado.
Un manejo adecuado en estas condiciones permite reducir el impacto negativo del clima y mejorar la eficiencia productiva.
Infraestructura y manejo del terreno
Drenaje y control del barro
El exceso de humedad puede provocar erosión y formación de charcos en los potreros. Para minimizar estos efectos es necesario
- Diseñar pendientes adecuadas en los terrenos de pastoreo para facilitar el drenaje del agua.
- Utilizar materiales drenantes en las áreas de alimentación y descanso del ganado.
- Rotar los potreros para evitar la compactación del suelo y la degradación del pasto.
Según datos del Ministerio de Agricultura, en fincas del norte de España, la implementación de suelos con camas de arena y sistemas de drenaje ha reducido en un 35% la incidencia de cojeras en invierno.
Prevención sanitaria en condiciones de humedad
El ambiente húmedo favorece el desarrollo de enfermedades, por lo que es esencial reforzar la sanidad del rebaño. Las lluvias y los cambios de temperatura predisponen al ganado a padecer problemas respiratorios, especialmente en sistemas semi-intensivos.
Resulta esencial establecer medidas preventivas frente a la Enfermedad Respiratoria Bovina (ERB) como:
- Vacunación contra los principales patógenos respiratorios como Mannheimia haemolytica, Pasteurella multocida o Mycoplasma bovis. Con la llegada de Protivity, la primera vacuna viva modificada frente a M. bovis, veterinarios y productores tienen ahora la oportunidad de adoptar un enfoque proactivo, revolucionando la prevención de la ERB en los cebaderos.
- Reducción del estrés térmico mediante refugios y cortavientos en áreas expuestas.
- Monitoreo diario del ganado para detectar signos tempranos de enfermedad.
Prevención de enfermedades podales
El barro acumulado en los corrales y potreros puede causar infecciones en los cascos, como la dermatitis digital o la pododermatitis. Estrategias clave para evitarlas son:
- Uso de pediluvios con soluciones antisépticas para prevenir infecciones.
- Reducción del tiempo que el ganado pasa en áreas fangosas.
- Recorte de cascos en animales con crecimiento excesivo para evitar deformaciones.
Control de diarreas en terneros jóvenes
Los patógenos intestinales como E. coli y Salmonella proliferan en ambientes húmedos, provocando brotas de diarrea que afectan al crecimiento de los terneros. Se recomienda:
- Limpieza y desinfección de comederos y bebederos para evitar contaminación.
- Asegurar una alimentación equilibrada, evitando cambios bruscos de dieta.
- Uso de probióticos y aditivos en la alimentación para fortalecer la flora intestinal.
Manejo de parásitos en ambientes húmedos
La humedad favorece la proliferación de parásitos gastrointestinales y externos (como garrapatas y moscas). Estos parásitos pueden evitarse con:
- Implementación de programas de desparasitación estratégicos antes de la temporada de lluvias.
- Rotación de potreros para reducir la carga parasitaria en el suelo.
- Uso de productos repelentes para el control de insectos.
Estrategias nutricionales en época de lluvias
Las lluvias pueden afectar la calidad y disponibilidad del forraje, lo que impacta en la productividad del ganado. Según datos del mapa.gob.es se ha demostrado que la suplementación con bloques nutricionales en invierno ha permitido mejorar la ganancia media diaria de peso en un 15% en ganaderías de Castilla y León. Por ello resulta imprescindible:
- Asegurar suficiente reserva de forraje de calidad para compensar la menor disponibilidad de pastos.
- Complementar con suplementación energética y proteica cuando la calidad del pasto sea baja.
- Controlar la presencia de hongos y micotoxinas en los alimentos almacenados.
Conclusión
El manejo del ganado de carne durante las épocas de lluvia requiere una estrategia integral que combine buenas prácticas en infraestructura, sanidad y alimentación. Implementar estas medidas garantizará un mayor bienestar animal y una producción más eficiente, minimizando pérdidas económicas en la explotación.
Fuentes consultadas:
1. MAPA (2024). Producción y mercados ganaderos en España.
mapa.gob.es
2. Interempresas (2024). Prevención de enfermedades respiratorias en vacuno de carne durante la época de lluvias.
interempresas.net
3. Revista Ganadería (2024). Manejo sanitario y alimentación en sistemas extensivos en invierno.
revistaganaderia.com