La ganadería y su compromiso con el medio ambiente
La preocupación por un futuro sostenible para todos tiene hoy en día un alcance global. Instituciones y administraciones recogen en sus planes de acción objetivos concretos enfocados en el impacto ambiental, la acción social o la salud. Se trata por lo tanto de una cuestión que nos atañe a todos y que, por ende, requiere de una implicación activa tanto a nivel individual como colectivo.
El sector ganadero y su compromiso
El sector ganadero es completamente consciente de los retos medioambientales que afronta nuestra sociedad, y por ello trabaja cada día para conseguir un modelo de producción de una ganadería y una industria cada vez más sostenibles y en constante evolución hacia la neutralidad de su huella ambiental.
Por ello se están desarrollando sistemas de producción y nuevas técnicas para aminorar el impacto ambiental y reducir progresivamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Según los últimos datos oficiales del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico: “la producción ganadera de carne representa únicamente el 7,8% del total de emisiones de GEI de nuestro país”.
No es una cifra elevada, pero siendo conscientes de ello, está trabajando para avanzar en los objetivos de reducción establecidos por la Comisión Europea y alcanzar en 2050 un impacto climático neutro de su actividad tanto en emisiones GEI como en impacto en suelos, agua o aire.
El sector del vacuno y su estrategia
Por su parte, el sector vacuno ha lanzado la estrategia Vacuno de Carne Carbono Neutral 2050, con el objetivo de alcanzar también la neutralidad climática del sector, asumiendo un papel proactivo en la reducción de las emisiones y en su sostenibilidad ambiental. Además de promover actividades de investigación y desarrollo tecnológico para aplicar los resultados a la actividad diaria de sus productores. Por ejemplo, en las últimas dos décadas el sector ha conseguido reducir las emisiones asociadas a los estiércoles en un 18%.
El sector ganadero-cárnico español permite mantener importantes ecosistemas que no serían viables sin su utilización ganadera, como las dehesas, el pastoreo tradicional, que están unidos al fomento de la biodiversidad y la conservación de los espacios naturales. Muchas de estas superficies no pueden ser utilizadas para la producción agrícola de uso alimentario humano, pero el aprovechamiento ganadero de los pastos los convierte en sumideros de carbono, contribuye a la fertilización y la retención del agua de lluvia, reduciendo la erosión y la desertificación.
Por eso, se puede decir que la ganadería es un ejemplo de economía circular, con actividades como el aprovechamiento como coproductos para la alimentación del ganado de subproductos de producciones vegetales destinadas a uso humano, o la gestión eficiente de estiércoles como subproductos con una importante utilidad agronómica como fertilizantes orgánicos de cultivos.
Ponemos la mirada hacia un futuro sostenible, donde todos debemos comprometernos y aportar algo para contribuir a mejorar la situación actual con el medio ambiente, y el sector ganadero trabaja día a día con un objetivo claro para lograrlo.