C. respiratorio – ERB , Con Sentido Vacuno

La ERB en España: la importancia de las vacunaciones

Uno de los problemas de la ERB, más allá de sus peligrosos síntomas, es la desinformación existente en las granjas, tal y como se explica en el informe. La vacunación es el elemento preventivo fundamental para evitar la prevalencia de esta enfermedad en la producción nacional de vacuno de carne y leche. Por ello, es necesario concienciar a las explotaciones de que se puede hacer frente a este tipo de adversidades. Es necesario saber cómo detectarla y convencer de la necesidad de vacunar.

¿Cómo detectarlo?

El síntoma más importante, y que indica que la enfermedad está en sus primeros indicios, es la aparición de fiebre. Además, va acompañada de letargo, abatimiento y falta de apetito. Si aparecen estos signos, es recomendable maximizar las precauciones.

Por otra parte, también aparecen síntomas respiratorios como tos, secreciones nasales y oculares que pueden incluir restos de sangre, salivación excesiva y dolor en los pulmones y vías respiratorias. El sonido de la tos puede mostrar si la enfermedad está en una fase inicial o si ya se encuentra en un estado avanzado. Una tos suave implica que todavía se puede curar sin secuelas: en caso de que sea fuerte, puede tratarse de un problema ya crónico.

La desinformación, enemigo de las granjas

En general, las explotaciones no disponían de información ni de conocimiento exacto acerca de los patógenos. Es necesario seguir trabajando para profundizar en el conocimiento de los agentes patógenos presentes en las granjas, con el firme propósito de ayudar a los clientes a implementar estrategias preventivas más eficientes en sus explotaciones.

Además de esto, uno de los problemas que genera la falta de conocimiento sobre la ERB es también la omisión de vacunas, algo que apenas afecta al vacuno de cebo pero sí al vacuno de leche: en el caso del vacuno de cebo, la tasa de vacunación es casi del 100%. Sin embargo, en el caso del vacuno de leche y extensivo, el ratio vacunal es muy bajo, únicamente se vacunan el 37% de los animales.

Más vale prevenir que curar

Teniendo en cuenta la importancia de la prevención, resulta clave garantizar la salud del animal mediante técnicas de prevención en primer lugar. Para evitar infecciones, primero hay que conocer qué es lo que tenemos que prevenir, frente a qué es necesario “luchar”. Por ello, el conocimiento de las seroprevalencias nos aporta información para elegir el mejor programa sanitario adaptado a la situación de nuestras explotaciones.

Una parte fundamental de las vacunaciones se encuentra en que las granjas sean conscientes de los riesgos que pasan sus lotes cuando no se realizan las pertinentes vacunaciones. Concienciar de forma apropiada a los ganaderos permitirá que las explotaciones gocen de una mayor salud a la vez que se reducen pérdidas potenciales.