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Uno de los mayores retos para los ganaderos es el control y prevención de parásitos que afectan directamente al ganado. Los parásitos en los bovinos pueden llegar a causar pérdidas económicas ya que esto influye directamente en su capacidad productiva. Pero principalmente, afectan a su salud produciendo lesiones, pérdidas de sangre y afecciones que ponen en riesgo su bienestar. La desparasitación es sin duda la mejor forma de prevenir enfermedades que afecten al ganado.

Factores para tener en cuenta antes de la desparasitación

Para realizar una correcta desparasitación, es fundamental contar con la opinión de un profesional veterinario, que será el que dé las pautas sobre como proceder y cuál es el mejor método para realizar dicha tarea. ¿Qué se debe hacer?

• Llevar a cabo un plan sanitario que establezca los periodos de vacunación del ganado de acuerdo con su edad.
• Aplicar las dosis recomendadas por el veterinario en función del peso de cada animal.
• Los terneros necesitarán de una desparasitación más frecuente hasta cumplidos los seis meses de edad.
• El ganado adulto será desparasitado en función de lo establecido por el personal veterinario.

Parásitos internos y externos

En función de la ubicación en la que se encuentren dichos parásitos, se pueden clasificar en parásitos internos (endoparásitos) y parásitos externos (ectoparásitos). Los internos son aquellos que se localizan en el aparato digestivo, pulmones, sangre y tejidos del ganado. Mientras que los parásitos externos son los que se localizan en la superficie del animal. Estos parásitos necesitan completar su ciclo de vida para poder subsistir. Unas condiciones de temperatura y humedad apropiadas para su desarrollo serán necesarias para que adquieran la capacidad de infestar a sus huéspedes.

Los distintos tipos de parásitos internos y externos que se pueden encontrar en el ganado bovino y sus distintos niveles de infestación pueden variar en función de la especie del parásito en cuestión, las condiciones físicas y de nutrición del animal, la localización geográfica en la que habite, la época del año y las condiciones ambientales y de manejo que afecten directamente al estado fisiológico del animal.

Desparasitación sistemática y estratégica en el ganado bovino

La desparasitación sistemática es un término que hace referencia a aquella desparasitación que se realiza en masa a todo el ganado en épocas del año determinadas. Teniendo en cuenta unas condiciones climatológicas concretas que son las que inciden directamente en el ciclo de vida de los parásitos que afectan al animal. La desparasitación sistemática tiene como desventaja el hecho de que no se tiene en cuenta las necesidades especiales que pueden tener algunos animales. Como ventaja, este tipo de desparasitación favorece un mejor manejo del ganado y una mejora en la administración de los gastos.

Por otra parte, la desparasitación estratégica atiende a las necesidades específicas del ganado y obtiene un mayor beneficio en función del momento en el que se aplique. Gracias a esta forma de desparasitación, se tiene un menor impacto sobre las cepas más resistentes.

Principales parásitos que afectan al ganado vacuno en España

Ahora que ya hemos hablado de la desparasitación, es importante conocer cuáles son los parásitos que más afectan al ganado vacuno en nuestro país.

• Parásitos gastrointestinales. Son aquellos que se encuentran a lo largo del aparato digestivo del animal. Pueden afectar al intestino, al hígado, etc. Dentro de este grupo de parásitos se diferencian:
• Protozoos intestinales que afectan en mayor medida a los terneros.
• Los helmintos, que son ingeridos en forma de larva por el animal, y al desarrollarse en el interior del rumiante, afectan a su intestino delgado, expulsando estas larvas en sus heces y provocando una expansión directa del parásito por todo el pasto.
• Las tenias, tienen prevalencias inferiores a las de otros parásitos gastrointestinales, pero las pérdidas que pueden generar en cuanto a productividad del animal son considerables.
• Dentro del grupo de los trematodos, la fasciola hepática es una de las más extendidas entre el ganado vacuno de España. Su existencia no se entiende sin la presencia de caracoles Lymmaea, que actúan como hospedadores intermediarios del parásito.
• Parásitos del tracto reproductor. Este tipo de parásitos son más frecuentes en ganaderías de régimen extensivo con monta natural. En la mayoría de las ganaderías ya se aplica la inseminación artificial, y es por lo que, este parásito está casi erradicado. El parásito se aloja en los genitales de la hembra y del macho, y provoca en las hembras continuas repeticiones del celo y ciclos irregulares y largos.
• Parásitos del ganado vacuno pulmonares. La Dictyocaulus viviparus es la parasitosis más frecuente en algunas zonas de España. Es un Helminto que afecta al ganado más joven, de entre 6 y 24 meses. Se aloja en la tráquea y los bronquios de los bovinos produciéndoles graves problemas respiratorios que pueden causarles incluso la muerte.
• Parásitos sistémicos. La hipodermosis es uno de los parásitos sistémicos que provoca una mayor pérdida en el vacuno extensivo. La provoca una mosca que aloja sus larvas en el animal, realizando un recorrido intraorgánico en el ganado.
• Parásitos del ganado vacuno hemáticos. Son los que se localizan en la sangre del animal, dando lugar a cuadros clínicos muy graves, ya que los animales parasitados sufren un descenso de sus defensas rompiendo el equilibrio de su sistema inmunológico.
• Infestaciones por ectoparásitos. Dichos parásitos se alojan en la superficie del animal, en su piel. Son de los más comunes en el ganado durante el invierno, debido al cambio producido en alimentación y alojamiento. Estas parasitosis son causadas por piojos, garrapatas o por las infestaciones producidas por larvas de moscas.

La prevención es el primer paso en la erradicación de parásitos en el ganado vacuno. Por lo tanto, un calendario de vacunación y llevar a cabo las pautas establecidas por los veterinarios es imprescindible para garantizar la salud y el bienestar de los animales.