Jose M San Miguel, Programas sanitarios

¿Por qué apostar por la vacunación intranasal en origen?

La vacunación es una parte fundamental del programa sanitario que es necesario aplicar en la entrada a cebo de cara a prevenir diferentes enfermedades en el ganado bovino.

Prácticamente el 80% de casos de ERB se producen en los 30 o 40 primeros días de cebo, por ello, lo ideal es vacunar a los animales cuanto antes para montar la respuesta inmune frente a los principales patógenos lo antes posible. Hoy por hoy, podemos recurrir a varias formas para vacunar al ganado: vía subcutánea (SC), directamente al suministro de sangre al músculo (IM), intravenosa (IV) e intranasal (IN). En esta ocasión vamos a centrarnos en la vacunación intranasal en origen.

Los objetivos de la vacunación intranasal en origen

  • Inducir la inmunidad local en la vía de entrada, evitando la infección y lesiones en el tracto respiratorio, provocando una reducción de la replicación del virus en epitelio de las vías respiratorias.
  • Reducir la propagación del virus a otros animales.

En el mercado actual existen vacunas intranasales para combatir tanto VRS y PI3 que protegen a los animales con una sola dosis, sin interferir, en los animales más jóvenes con los anticuerpos calostrales.

¿Cuáles son los beneficios de la vacunación intranasal?

Su mayor ventaja es la capacidad para estimular la producción de interferón, un agente antiviral inespecífico, de forma muy rápida. En cuestión de horas después de la vacunación, proporciona protección en los terneros, así como la inducción de inmunidad de mucosas (Ig A) e inmunidad humoral y celular. Esta inmunidad persiste en el tiempo mediante la formación de células de memoria.

Los anticuerpos inducidos por la vacunación intranasal, protegen a nivel local en las vías de entrada y previenen la multiplicación y diseminación orgánica del virus.

Generalmente, los anticuerpos de origen materno son la primera causa que interfiere en el desarrollo de la respuesta inmune en animales jóvenes. Estos anticuerpos protegen, pero no previenen de la infección a los terneros frente a VRS y PI3, lo que puede interferir con la respuesta inmune generada por las vacunas aplicadas por vía parenteral.

Mediante la aplicación de vacunas vía intranasal en origen, se adelanta el desarrollo de la inmunidad por parte del animal, reforzándose posteriormente con el resto del programa de vacunación en las unidades de destino.

En conclusión, con la aplicación de vacunas vía intranasal en origen se consigue una reducción del estrés que provocan todas las operaciones de transporte y manejo del animal. Como consecuencia, también disminuye el número de animales afectados por ERB durante el primer mes de estancia en el cebadero. Además, de este modo, se favorece el uso responsable de medicamentos en el ganado vacuno.